¿Cuáles son los 3 pasos de una limpieza facial para una piel glowy?
Descubre cómo lograr una piel radiante con una limpieza facial en 3 pasos. Aprende en qué consiste la doble limpieza facial, el orden correcto y los productos clave para purificar, equilibrar y preparar tu piel como una profesional.
¿Por qué la limpieza facial es la base de una piel radiante?
Una piel limpia no solo se ve mejor: también absorbe mejor los activos de los tratamientos posteriores y mantiene una barrera cutánea equilibrada. Durante el día, el rostro se expone a factores como el maquillaje, la contaminación, el sudor o el protector solar, que generan residuos oleosos y acuosos. Un solo limpiador no siempre puede eliminar ambos tipos de impurezas. Por eso, el secreto está en la doble limpieza facial, una técnica que arrasa en dermatología y cosmética profesional.
Paso 1: Limpieza oleosa con Deep Purity Gel
El primer paso de la limpieza facial consiste en disolver el maquillaje, el exceso de grasa y la contaminación acumulada en la piel. El Deep Purity Gel de WYF está formulado con una base de aceites naturales y activos purificantes como el Hydrargan y el Aceite de Zanahoria, que limpian profundamente sin resecar. Su textura se transforma en un gel sensorial que elimina hasta el maquillaje waterproof, mientras los aceites esenciales de Lavanda, Ylang Ylang y Pomelo aportan un efecto relajante y aromaterapéutico.
Beneficios:
- Disuelve maquillaje, sebo y polución.
- Purifica sin alterar la barrera cutánea.
- Aporta suavidad y sensación de confort.
Paso 2: Limpieza acuosa con Purifying Bubbles
Una vez eliminados los residuos oleosos, llega el momento de retirar las impurezas solubles en agua. El Purifying Bubbles completa el ritual creando una espuma ligera que limpia los poros en profundidad. Su fórmula suave deja la piel fresca, sin tirantez.
Activos:
- Extracto de Manzanilla (acción calmante)
- Betaína natural (hidrata y equilibra)
- Agua de Rosas (tonifica y revitaliza)
Beneficios:
- Elimina restos de sudor y polvo.
- Limpia y afina los poros.
- Deja una sensación de frescor inmediato.
Paso 3: Exfoliación y renovación con Glowing Tonic
El último paso es preparar la piel para recibir los tratamientos faciales. El Glowing Tonic de WYF combina AHA, PHA y BHA, tres tipos de ácidos exfoliantes que actúan a diferentes niveles para renovar la piel sin irritarla. Su fórmula incluye Niacinamida, Ácido Salicílico y Ácido Glicólico, que iluminan, calman e hidratan, manteniendo el equilibrio cutáneo incluso en pieles sensibles.
Beneficios:
- Exfolia suavemente y mejora la textura.
- Unifica el tono y aporta luminosidad.
- Favorece la absorción de sueros y cremas.
El círculo perfecto: limpieza, tratamiento y equilibrio
La verdadera fuerza de este ritual está en la combinación de los tres productos, que trabajan juntos para crear lo que llamamos el Círculo de Pureza y Renovación WYF:
1. Limpieza profunda y purificación (Gel + Espuma): eliminan residuos oleosos y acuosos, equilibrando el sebo y liberando los poros.
2. Preparación activa y renovación (Tónico): exfolia, ilumina y optimiza la eficacia de los siguientes tratamientos.
3. Calma y equilibrio (activos naturales): todos los productos contienen ingredientes calmantes —como el Aloe Vera y la Niacinamida— que cuidan la barrera cutánea.
Resultado: piel limpia, luminosa, equilibrada y lista para absorber al máximo los activos de tus productos WYF.
¿Cuál es el orden correcto de la limpieza facial?
1. Deep Purity Gel (limpieza oleosa)
2. Purifying Bubbles (limpieza acuosa)
3. Glowing Tonic (exfoliación y preparación)
Consejo WYF: si usas maquillaje o SPF todos los días, realiza este ritual cada noche. Por la mañana, bastará con la espuma y el tónico para mantener la piel fresca y receptiva.
Conclusión: una rutina simple, resultados profesionales
Al usar solo un limpiador, estás dejando hasta el 50% de la suciedad en tu piel. Con la rutina de tres pasos WYF, limpias en profundidad, purificas y renuevas tu piel, preparándola para aprovechar al 100% los beneficios de tus tratamientos. Es un sistema potente, respetuoso y sensorial, que transforma la limpieza diaria en un ritual de bienestar y luminosidad.